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En el sector salud, las denuncias por mala praxis no solo pueden dañar la carrera de los profesionales médicos, sino que también pueden afectar la reputación y estabilidad de los centros de atención médica. Como especialistas en derecho médico, sabemos lo crucial que es tomar medidas preventivas para evitar este tipo de situaciones y minimizar los riesgos.
A continuación, te brindamos 4 consejos fundamentales que pueden ayudarte a reducir el riesgo de enfrentarte a una denuncia por mala praxis:
Uno de los pilares más importantes para evitar problemas legales es mantener una documentación exhaustiva. Cada interacción con el paciente, cada procedimiento realizado y cada decisión médica deben estar registrados con precisión. Estos registros no solo te protegerán en caso de una reclamación legal, sino que también te ayudarán a recordar detalles importantes en el futuro. Documentar adecuadamente es clave para demostrar que has cumplido con tu deber profesional en cada momento.
La comunicación es esencial para construir una relación de confianza con el paciente. Siempre es recomendable explicar de manera clara los riesgos, beneficios y alternativas de tratamiento antes de proceder. Asimismo, es importante responder cualquier pregunta o preocupación que el paciente pueda tener. Una comunicación abierta no solo mejora la relación con el paciente, sino que también reduce el riesgo de malentendidos que puedan derivar en una denuncia.
El consentimiento informado es uno de los aspectos más críticos en la medicina. Es tu deber asegurarte de que el paciente entienda plenamente el procedimiento, sus riesgos y beneficios, antes de dar su autorización. Este consentimiento debe ser registrado por escrito y archivado de manera adecuada. En caso de una denuncia, contar con un consentimiento informado debidamente documentado puede ser crucial para tu defensa.
Cada especialidad médica tiene guías y protocolos reconocidos que ayudan a garantizar una atención de calidad y segura. Es fundamental seguir estas guías y asegurarse de que tu equipo también esté bien entrenado en su cumplimiento. La adherencia a protocolos establecidos puede ser un factor determinante a la hora de demostrar que se actuó de acuerdo a los estándares aceptados por la comunidad médica.
En el sector salud, la prevención es siempre la estrategia más efectiva. Mantener una buena documentación, comunicarte de manera clara con los pacientes, obtener el consentimiento informado y seguir los protocolos clínicos establecidos son medidas fundamentales para reducir el riesgo de enfrentarte a una denuncia por mala praxis.
Si bien estos 4 consejos te brindan una base sólida, la situación de cada centro médico y profesional puede variar. Por eso, es recomendable contar con una asesoría legal especializada en derecho de salud para revisar y mejorar continuamente tus procedimientos.